El mar para Bolivia y su derecho histórico
x Gerardo Szalkowicz/kaos en la red Bolivia
Poco más de 135 años después de que las tropas chilenas
invadieran el litoral boliviano y le amputaran su salida al Pacífico, y tras el
constante ninguneo a los pedidos de diálogo, Evo Morales presentó el martes la
memoria jurídica -una suerte de alegatos- de la demanda marítima a Chile ante
la Haya
Fue la primera vez que un jefe de Estado acude
personalmente a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para ese tipo de
trámite. “El mar para los bolivianos es irrenunciable, Bolivia jamás se quedará
en paz hasta que no se resuelva este tema”, aseguró Morales en la posterior
conferencia de prensa, ratificando el significado histórico del reclamo, sin
dudas una de sus principales banderas.
El documento presentado, de más de 200 páginas, contiene los
argumentos jurídicos, morales e históricos de la demanda interpuesta el 24 de
abril de 2013, en la que Bolivia exige su “derecho originario y legítimo” a
recuperar la soberanía marítima y solicita a la CIJ “que declare que Chile
tiene la obligación de negociar de buena fe un acuerdo pronto y efectivo”.
Ahora el gobierno chileno tiene dos opciones: pedir la incompetencia de la CIJ
en los próximos 90 días o preparar una contramemoria hasta el 18 de febrero de
2015.
Crónica de un saqueo
El descubrimiento de yacimientos de salitre en el desierto
de Atacama había despertado la voracidad de las compañías chilenas y sus
aliados británicos. Así es que el 14 de febrero de 1879, la Marina de Guerra chilena
ocupa el puerto boliviano de Antofagasta y da inicio a la denominada “Guerra
del Pacífico”, sin previa declaratoria de guerra y contra una nación
desprevenida.
En lógica desigualdad de condiciones, y con la cooperación
de las tropas peruanas, le termina arrebatando 120 mil km2 de territorio y 400
km de costa. Bolivia pierde así el Departamento del Litoral, sus puertos y
queda huérfano de mar. Bajo presión, se firma en 1904 el “Tratado de Paz y
Amistad”, principal argumento chileno para desacreditar el reclamo.
En el siglo XX hubo tres intentos de conciliación. El
primero impulsado por Salvador Allende y abortado por el golpe de Estado de
1973; el segundo –paradójicamente-, propuesto por el dictador Augusto Pinochet
pero que tampoco prosperó por una cláusula de consulta a Perú; y el tercero en
2010, durante el primer mandato de Michelle Bachelet, en una agenda de diálogo
de 13 puntos que incluía la demanda marítima, iniciativa que cayó en saco roto
durante el gobierno de Sebastián Piñera.
Ante el ninguneo de Piñera, en marzo de 2011 Morales anunció
la decisión de acudir a organismos internacionales y creó la Dirección
Estratégica de Reivindicación Marítima. En abril del año pasado, designó al
ex-mandatario Eduardo Rodríguez Veltzé como agente ante La Haya y se presentó
la demanda formal.
El dilema de Bachelet
Obviamente, no era el día indicado para explayarse sobre el
tema debido a la catástrofe que atraviesa Chile en medio del incendio que dejó
15 muertos y unos 11 mil evacuados en Valparaíso. Sin embargo, la presidenta chilena
se refirió brevemente ayer a la demanda boliviana. "Nosotros respetamos
los tratados internacionales, ése es un tema clarito", declaró Michelle
Bachelet y aseguró que espera conocer en detalle el contenido de la memoria
boliviana antes de hacer pública su postura oficial.
El canciller chileno, Heraldo Muñoz, también ratificó que no
se adelantarán pronunciamientos sobre cuestiones de fondo pero no ahorró
calificativos para con la iniciativa boliviana: "Esta acción convoca a
nuestro país a asumir con la mayor unidad, convicción y serena sobriedad una
demanda artificiosa, que carece de fundamento jurídico, y que revierte un
proceso de diálogo constructivo y de generación de confianzas mutuas que Chile
ha privilegiado, con total respeto al derecho internacional”.
Cabe recordar que hace un mes Bachelet descartó retomar el
diálogo sobre la demanda marítima, al sostener que “si el gobierno boliviano
estimó que debía llevar el tema a La Haya, ése será el lugar para verlo”.
La pelota queda ahora en campo chileno. Bachelet tendrá que
decidir entre los intereses empresariales o una mirada hacia los actuales
procesos de integración regional que le haga honor a las palabras de Allende,
cuando dijo: “Caminaremos juntos en la gran tarea histórica de América Latina.
Ha llegado la hora de la gran reparación de una injusticia cometida contra
Bolivia: Chile tiene una centenaria deuda con Bolivia y estamos dispuestos a
emprender una solución histórica”.